Redacción 2013-1: “La educación debe forjar un ser humano nuevo, transformador de su realidad”

Doris Gross Arteaga (67) es una mujer que se crío en un ambiente lleno de amor y armonía entre sus padres. Siguió los pasos de su madre, como maestra, que es su mayor orgullo.

Para usted, ¿qué significa arte?
El arte es algo maravilloso, es aquello que puede transmitir todo una serie de sentimientos encontrados; es lo que mueve el mundo, le da color, le da vida a las acciones de los seres humanos. El arte es el mejor vehículo para poder expresar todo lo que sentimos, las cosas que valoramos y las que cuestionamos. Entonces, es increíble que haya personas que no puedan gozar del arte, que estén marginados. En nuestra sociedad, lastimosamente, la cultura está totalmente abandonada. No digo que no haya cultura, pero hay una cultura empobrecida.

¿Cómo ve usted el arte en el Perú?
Hacer arte en el Perú es todo un sacrificio, es todo un acto de heroísmo, porque los que hacemos arte, no somos valorados, no se nos apoya y no tenemos las posibilidades. Yo hice hace como veinte años una obra de teatro para niños que se llamaba “Juanito, en el Perú”. Nunca vi ni una sola autoridad sentada en mi platea. Siempre estuvieron niños y madres de los lugares más recónditos; siempre he llevado a mi tierra programas de cultura: como animación a la lectura, llevo diversos juegos como lo que le llamamos “happening”, que son improvisaciones de teatro, de danza, de música, de canto, organizo talleres de pintura, y todo eso porque yo soy una luchadora de la cultura popular.

¿Cuántos años viene inculcando el arte a los jóvenes?
Yo entré como pirata a la docencia, porque no tenía un título. Egresé de la escuela de arte dramático con el título de actriz profesional. De pronto, me recomendaron seguir un curso en la reforma educativa sobre líneas no graduadas, que era todo lo referente, al arte, al deporte, a las cosas extras, y fue así que me presenté a un concurso e ingresé como profesora a nivel de una cooperativa en Andahuasi, en donde fui profesora todo un año de los trabajadores; gané una experiencia riquísima, ya que en vez de enseñar, aprendí más de los trabajadores. Vengo enseñando 34 años.

¿Cómo ve usted la educación en nuestro país?
La educación responde a un sistema nefasto, donde poco o nada le importa un cambio sustancial del ser humano. Estamos en una educación totalmente anacrónica. No tenemos el apoyo de las nuevas formas técnicas que podríamos utilizar, tampoco los contenidos avizoran realmente una forma de humanizar al ser humano, y sobre todo la educación sola no hace. Hay dos pilares básicos: la cultura y la educación. Si una de los dos cojea el otro se cae. Entonces, aquí en el Perú, lamentablemente, si no apoyamos la cultura de nuestros pueblos, la educación va ser inadecuada no va tener objetivos claros. Yo pienso que la educación de debe ser sobre todo, más que en contenidos memorísticos, forjar un ser humano nuevo que sea al final un transformador de su realidad, que haga lo que le gusta pensado siempre en su proyección a la sociedad.

¿Cuál cree que es la mayor problemática que atraviesan los profesores de arte en las escuelas, actualmente?
La total limitación que tenemos en infraestructura, en materiales, en las horas mínimas que se nos dan. No podemos hacer arte con cuatro componentes que son danza, teatro, artes plásticas y música en dos horas semanales. Es algo ilógico que le pidas a un profesor de arte; nuestra programación está hecha sin ningún criterio, ni siquiera parece que hubiera especialistas en el ministerio de educación para que, por lo menos, reclamen o pidan que estas horas se amplíen. Por ejemplo en el colegio en donde estoy trabajando (San Pedro de Chorrillos) vengo luchando hace más cuatro años para que haya un taller de música y, sin embargo, los directores que han ido pasando hacen caso omiso a esta necesidad vital.

¿Qué enseña a sus alumnos en sus clases de arte?
Lo que creo que debo enseñarles, es a que el arte se convierta en un instrumento de liberación para ellos. Un instrumento que sea capaz de hacerlos pensar, llevarlos a una total expresión y, a través de ello, valoren el arte tal y como es, eso es lo que yo busco a través del arte. Y no sé si en ciertas formas podré lograrlo por todas las limitaciones que tengo.

¿Qué forma didáctica emplea para inducir el conocimiento artístico a sus alumnos?
Bueno las formas didácticas son diversas. Utilizamos, por ejemplo: las exposiciones que ellos realizan como trabajo de investigación, al exponer están tomando en cuenta los temas analizados, luego hay trabajos prácticos donde expresan su arte, pero nunca hacemos trabajos libres, siempre tienen que estar apoyados a las formas ideológicas, es decir, en cómo ayudar a los alumnos a analizar la parte sociológica y antropológica. Los aspectos que yo tomo en cuenta son: lo político, lo social, lo económico y lo cultural; en base a estos cuatro aspectos son las actividades. Por ejemplo: se organiza un poema coral, ellos van interpretando y sintiendo lo que están diciendo. También hay un teatro que al final de ello analizamos la parte metafórica de ese mensaje.

¿Cree usted que del arte se puede vivir?
En el Perú, desgraciadamente, para los que hacemos arte es muy difícil. Predomina el arte comercial, el arte superficial, el arte que no produce nada. En cambio, los que estamos comprometidos con la sociedad, queremos un arte nuevo que libere a los hombre de esas ataduras en la que esta sociedad nos mercantiliza, donde todo es un valor económico. La educación y el arte, sobre todo, deben servir para aprender a valorar lo que somos.

¿Cómo descubrió ese talento para el teatro?
En realidad fue algo emocionante, yo desde niña cuando iba al cine, volvía a mi casa y me disfrazaba como los artistas que había visto, ya posiblemente tenía todos los síntomas de la representación teatral. Y cuando llegue a la universidad yo empecé a estudiar servicio social, pero fue una anécdota que me marcó mi vida, porque ahí hice un socio-drama. Ninguna alumna quería hacer el papel de la persona atendida, la mejor alumna hacía el papel de la asistenta social. Yo me atreví a hacer el personaje de la atendida porque me iban poner 16 o 17 de nota. Y ya culminado la actuación la profesora me llamo y me dijo: “Gross usted es una persona con muchas cualidades para el teatro, puede seguir también esa carrera”.

Ya que estamos tratando sobre el teatro, ¿Está participando o ha participo en alguna obra teatral?
No, me he apartado un poco porque estuve cinco años inmersa en una adaptación de una novela para hacer teatro. En estos momentos me siento como frustrada, porque no tengo los medios para llevarlo a cabo. Sin embargo viaje a Chile en febrero y he estado haciendo algunas gestiones para ver algunas entidades que me pudieran apoyar, ya que el autor de esa obra es José Donoso; un chileno.

Su amiga ha traído al Perú una obra teatral…
Sí, es mi gran amiga que vive en Francia, ella hizo un monólogo, sin embargo tuvo la generosa actitud de invitarme a participar en el 2012. Llegó desde Francia, con todo un equipo de producción. La obra se llamaba “Cartas de una monja portuguesa”. Yo participe como un apoyo en la actuación fue muy lindo, pero lastimosamente la productora no apoyó para que se pudiera hacer más difusión. Me hubiera gustado que hubiéramos llegado a otros lugares y con mayor público.

Me encantó haberla entrevistado y darnos a conocer un poco más acerca de su ideología sobre el arte. Usted es una buena maestra.
Gracias a ti, yo solo diría que todo depende de cómo eres en el camino de tu vida, yo no me creo, siempre hay algo más que aprender.