Según los estudios realizados por especialistas, tres de cada diez usuarios adictos a las redes tienen entre 15 y 25 años. Se ha tornado esencial para estar en casa y fuera de ella. Pero, ¿qué ocurre cuando le damos prioridad al chequeo diario de estas?
Se dice que es adicción cuando el cuerpo necesita del estimulante que se ha vuelto indispensable para él. Podríamos decir que una persona que utiliza las redes sociales solo para comunicarse o interactuar con sus familiares y amigos no llega a definir la palabra adicción en su totalidad. Solo “chequear” las notificaciones del celular cada cinco minutos o hasta menos puedo llevarnos definitivamente a caer en este vicio.
Ella mide 1,58 y pesa 40 kilos. Mestiza, hija de padre y madre japoneses. Se llama Akemi Tamashiro y fue una de las mejores alumnas del Colegio San Antonio Marianistas del Callao. Con tan solo 14 años ya contaba con un cuarto exclusivo para medallas y diplomas que ganó desde el nivel inicial. Es difícil creer que tremendo talento se haya perdido por una enfermedad mental.
Su padre nos confiesa haber entrado en shock al ver a su única hija presa de sí. El doctor le diagnosticó depresión mayor, trastorno que está catalogado como el más agresivo de todos. Para descartar su padecimiento se necesita observar, por lo menos, cinco de estos síntomas durante al menos dos semanas:
- Estado de ánimo: tristeza, disforia o irritabilidad durante la mayor parte del día y durante la mayor parte de los días.
- Disminución de la capacidad para disfrutar o mostrar interés y/o placer en las actividades habituales.
- Disminución o aumento del peso o del apetito.
- Insomnio o hipersomnio (es decir, dificultades para descansar, ya sea porque se duerme menos de lo que se acostumbraba o porque se duerme más).
- Astenia (sensación de debilidad física).
- Sentimientos recurrentes de inutilidad o culpa.
- Disminución de la capacidad de inteligencia.
- Pensamientos recurrentes de suicidio.
La psicóloga Karen Vera Campbell nos comentó que existen varios indicios que nos pueden ayudar a prevenir caer en la perdición de la tecnología.
- Lo primero y lo último que haces en el día es revisar Twitter o Facebook.
- No puedes contemplar un suceso o acontecimiento sin twittear o postear sobre él.
- Un cámara te enfoca y no puedes evitar preguntarte ¿estaré saliendo en Facebook?
- No puedes recordar la última vez que fuiste al baño sin llevar contigo tu Smartphone.
- Una cita romántica no puede ser tal hasta que no hayas publicado en tu Facebook tu estado, en forma de emoticón con una gran sonrisa, junto con la foto de tu precioso ramo de rosas o del apetecible postre que te vas a tomar.
La lista continúa, pero ¿qué hacemos si ya estamos tan integrados al mundo cibernético que no encontramos salida?
Tiene 18 años y vive en La Victoria. Celeste Yata, estudiante de Comunicaciones, prefiere invertir su tiempo libre a lado de su familia y pareja. No encuentra nada interesante en las páginas sociales. “No sé que le ven a estar publicando su vida entera. Que estoy comiendo cau cau. Que me acabo de bañar. Que me salió un barro. Que el vecino me miró. No entiendo para qué publican cada cosa que hacen si después las están acosando o terminan yendo extraños a sus casas”, aclaró. Dice conocer a más de un amigo que no puede estar sin el celular. “No lo dejan ni para ir al baño”, aseguró.
Un compañero de la misma la misma universidad donde lleva a cabo sus estudios, piensa completamente distinto. Jesús Quispe, ex jugador de la división de menores del Club Universitario de Deportes, piensa que no es del todo malo postear a dónde sales o con quiénes compartes gratos momentos. “No puedo negar que uso mucho el Ask, Facebook o Whatsapp, pero es que lo veo como un medio de liberación. Me hacen sentir que no estoy solo y me basta ingresar a una de ellas para olvidarme de todos mis problemas. Nadie me dice qué debo postear o no, simplemente, puedo ser otro”, acotó con un tono melancólico.
Muchos chicos al igual que Celeste o Jesús se sienten atraídos, en diferentes grados, por las páginas sociales. El sociólogo, Enrique Sarmiento, nos detalla un poco más acerca de este problema que se ha vuelto en un tema muy controversial.
El licenciado nos comentó que la gran acogida de las redes sociales comenzó cuando se puso el internet en manos del mundo. Desde entonces, la proliferaron de páginas en los celulares y computadora no ha parado. Los padres no mantienen la mente ocupada de los jóvenes, y dejan el internet a su completa disposición.
Recomienda que la manera más sencilla de ayudarlos es: saliendo a pasear, conversar con ellos o inscribirlos en actividades que mantengan ocupado el sistema psicomotriz. Recalcó que la mayoría de ellos caen en esta adicción cibernética por la ausencia de un líder o apoyo que los aconseje y guíe diariamente. El hecho de estar pendiente de las actividades que realizan en su día a día, ya hace que tengan en su mente que los vigilan. Cualquier cosa fuera de lugar en la que se involucren, hará que se alarmen e inmediatamente tratarán de hallar una solución para que no trasciendan sus actitudes.
Se le hizo saber que según estudios, era probable que las redes sociales superen a las anfetaminas. Y su respuesta fue que estas siempre han ocupado un lugar muy importante en la lista de adicciones. Sobretodo, en la del mundo. Si se han vuelto o no, más importante que las anfetaminas, lo podemos ver con el sondeo que muestran varias páginas serias. El Comercio, noticias desde México, España, incluso Estados Unidos, demuestran que a pesar de que se incrementen las actividades recreacionales e incentiven el arte por la zona urbana, los jóvenes se prenden mucho más a los móviles que a un lápiz.
Encuentra en la juventud un mini mundo que avanza con cada clic que se da. Desde su punto de vista, no se opone a que utilicen estos medios para comunicarse, entretenerse o informen sobre lo que gustan realizar o lo que no. Pero como todo en esta vida, existe un límite. Cree que los problemas de la vida íntima, las discusiones familiares, las riñas o discrepancias que tienen con sus compañeros, no deberían publicarlas ni hacer de la página social un ring de box.
“Para los que aún no cuentan el servicio de internet o no tienen amigos con estos mecanismos pueden estar a salvo.”, afirmó. Nos hizo presente que quería advertirlos por si cuentan con una red en su casa, que la utilicen adecuadamente. Nos aclaró que el problema del internet es que abarca muchos rangos y los más entretenidos son los juegos virtuales y las redes sociales. La necesidad del ser humano por entablar una conversación y sentirse importante es común. Tomó como ejemplo la película El náufrago. Nos explicó que el personaje principal se encontraba en medio de una isla deshabitada y en la necesidad de un acompañante hizo de una pelota de fútbol su compañero ideal. Wilson lo ayudó a no caer en la locura y también contribuyó con el desarrollo emocional de este. Cuando lo pierde, llega a sentir mucho dolor. Por eso, cree que es fundamental de que tengan y mantengan una vida social fuera de las redes. Solo así, no llegarían a enviciarse con nada ni nadie.
Gracias al sociólogo, a la psicóloga y a la declaración de los jóvenes, nos podemos percatar que es cuestión de cada uno el vicio. La fuerza de voluntad y la utilidad que se le da es fundamental para no llegar a los extremos.
Debemos de estar alertas cuando creamos estar a punto de caer en este hábito dañino ya que, según los especialistas, ocasiona depresión. Esta enfermedad ha llevado a un sin número de personas a la muerte.
El descuido por la saturación de trabajo para con nuestros hijos y nosotros mismos puede traer graves consecuencias. Estos pequeños consejos podrían salvarlo a usted y a sus seres queridos de ser tratado psiquiátricamente:
- Procuren no darle estas herramientas tecnológicas a tan temprana edad.
- Acostúmbrenlos a pasear y a conversar sobre las actividades que realizó en el día.
- Tengan un tiempo íntimo. Fuera de lo cotidiano, sin tecnología.
- Generen confianza. Escuchen más, juzguen menos y guíenlos en cada decisión que quieran tomar.
“Si nos tomamos unos minutos para comprender que esta adicción es cuestión de prestar más atención a las personas que a los celulares, lograremos disminuir la cantidad de jóvenes que ingresan internados a salud mental o pequeños que se suicidan por la soledad que los invade”, fueron las últimas palabras del sociólogo.
Más que un pasatiempo |
Escribe Jazmín Paredes
Sigue con su entrevista
Se que te esforzaste muchísimo por este trabajo y mira tu recompensa. Te salio genial Jazmín . Felicitaciones.
ResponderEliminarMuy completo tu reportaje al igual que intersante. Felicitaciones me agrado tu redaccion . :)
ResponderEliminar-Cuaco
Muy buen trabajo, excelente.
ResponderEliminarEsta genial!!!! En verdad!!! Mis felicitaciones! Haz echo un gran trabajo!
ResponderEliminarExelente
ResponderEliminarMe gustooooo . Insomnio con gusto :)
ResponderEliminarTienes mucha razon , el internet puede causar adiccion pero no en todos. Excelente reportaje jaz n.n
ResponderEliminarTe quedo muy bien :D sigue así Jazz
ResponderEliminarBuen trabajo jaz! Sigue adelante. Suerte
ResponderEliminarInteresante reportaje, no cabe duda que vas por buen camino :)
ResponderEliminarMuy buen rertaje Jaz, excelente.
ResponderEliminarEs muy interesante, Buen reportaje.
ResponderEliminarBuen trabajo Jaz!
ResponderEliminarJazz eres aplicada , una muy buena entrevista :) saludos y besos
ResponderEliminarTodo en exceso es dañino. Tener un smartphone o una laptop no te hace adicto, pero si somos dependientes de estos aparatos tendremos un severo problema.
ResponderEliminarJajajajaja justo la foto de mi compañero jajajaja si pues hoy en día los jóvenes estamos si es posible todo el día en la tecnología !
ResponderEliminarYo creo que no se puede evitar esto, en todos los aspectos necesitamos cada vez más la tecnología. Buen reportaje
ResponderEliminarGenial Marie muy buen tema, me ayudó a reflexionar :) un día de estos dejaré de usar el móvil tan seguido.
ResponderEliminares todo un vicio las redes sociales por que nosotros mismos lo permitimos y nos introducimos en este mundo, no digo todos si no los mas propensos a ser dependientes, gran reportaje Jaz.
ResponderEliminarEn la actualidad seria muy dificil dejar la tecnologia... pero tañvez no imposible... Felicitaciones Jaz muy buen reportaje
ResponderEliminarbuen tema, excelente reportaje.
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